Protegiendo lo Importante: El Impacto Transformador de las Cámaras de Seguridad en Nuestra Vida Cotidiana
El primer uso documentado del circuito cerrado de televisión o CCTV se produjo en el año 1942 por parte del ejército Alemán. Estos eran sistemas muy básicos a blanco y negro, y se utilizaban para la observación de ensayos de misiles en la preparación de ataques militares de larga distancia.
En sus inicios la video vigilancia requería de un circuito cerrado que tenía que estar supervisado continuamente por un humano para funcionar, con la invención de las cintas de video, este proceso se haría mucho más fácil gracias a que se contaba con la posibilidad de grabar lo que sucedía en las cámaras.
Llegados a los años 60, las cámaras fueron ingresando más y más a la vida habitual del ciudadano promedio, iniciando con su integración en lugares estratégicos en espacios públicos, siguiendo así con estar presentes en empresas, bancos, escuelas y comercios varios, que vieron la oportunidad de protección al comenzar a utilizar esta tecnología.
Así llegamos a los tiempos modernos en los cuales incluso hogares pueden acceder a esta tecnología, supliendo la necesidad de proteger a la familia y los bienes dentro de la casa.
En Chile el uso de las cámaras como medio de protección personal se acoge a la Ley, la cual dice que es legal poner cámaras en casa, siempre y cuando estén posicionadas de manera tal que las cámaras exteriores no afecten el derecho “al respeto y protección de la vida privada” en los vecinos o terceros.